“Es inexplicable cómo se salió del camino y se estrelló contra el árbol”, lamentó María Perea, minutos después de que su sobrino Emanuel Alexis Salinas se estrellara en Famaillá contra un árbol, cuando iba al volante de una camioneta Peugeot Partner.

La víctima era adolescente. Los informes policiales indican que tenía 15 años, pero sus familiares aseguran que tenía 16. El siniestro vial ocurrió en la ruta 301, a la altura del barrio San Jorge, cerca del mediodía.

“La camioneta no era de él, sino de un amigo de apellido Fernández que lo fue a buscar a mi sobrino a su casa. Los dos decidieron salir, no sé adónde. Emanuel lo hizo en la camioneta de su amigo y el otro chico en la moto de mi sobrino. No sabemos qué paso, él sí sabía manejar”, le contó a LA GACETA el tío del muchacho, Rubén Perea. Él y su esposa fueron los encargados de ir hasta el lugar del accidente, porque el padre de Salinas es camionero y al momento de la colisión estaba en Corrientes.

María, en tanto, señaló que no podía entender la causa del accidente porque el muchacho estaba en perfecto estado a la hora de salir. “No había consumido alcohol ni nada parecido, si recién se levantaba. Era un chico sano y fuerte. Y repito: sabía manejar. Era un chico conocido por ser buen estudiante. Según nos contaron, el impacto se escuchó desde lejos”, afirmó.

Apenas los testigos vieron que la camioneta destrozaba el frente contra el árbol, llamaron a los servicios de emergencia. El médico que llegó en una ambulancia desde el hospital local dictaminó que el muchacho había muerto al instante por el fuerte impacto. Ante esta situación, la fiscalía de turno ordenó a Criminalística de la Regional Norte que investigara la escena. Según pudo advertir LA GACETA, muy cerca del lugar del accidente había una cruz amarilla pintada en el pavimento, como suele hacerse cuando hay una víctima de un accidente. “Es de un tal Gerardo, nos comentaron”, dijeron los tíos de Salinas.

Primer caso

“Nunca había tenido que investigar el caso de un chico de esa edad que fuera al volante, creo que es el primero”, señaló el fiscal Jorge Carrasco. El funcionario se mostró afligido por la situación, pero más que nada por los menores que manejan motos. “Las manejan a muy corta edad, a partir de los 10 años. Me preocupa sobremanera la cantidad de niños y adolescentes que andan en moto, a toda velocidad, sin casco, sin respetar las leyes de tránsito. En ellos se repiten algunas conductas de los mayores, incluso llevadas al extremo. En cuanto a los automóviles tenemos que reflexionar como sociedad para que no se repita”.

antecedente cercano 
aún investigan la responsabilidad que pudo tener el menor en el triple choque
El domingo a la noche, un adolescente de 13 años que conducía un vehículo y una muchacha de 24 murieron en un triple choque que ocurrió en la avenida Juan B. Justo al 2.300. Según confiaron los investigadores, aún se está analizando la responsabilidad que el menor -Facundo Emanuel González- pudo haber tenido en el accidente. “Cuando las colisiones son múltiples hay que ser muy precisos en las pericias, se vuelven realmente muy complicadas”, contó una fuente cercana al caso.
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análisis 
“nadie interpreta que el automóvil puede ser un arma”
“Hay muchos adolescentes manejando y en esa situación hay una doble responsabilidad. Es cierto que los padres les permiten tener acceso a las llaves, pero no es menos cierto que hay un Estado ausente en control vehicular. Aquí cualquiera circula sin seguro, sin casco, sin licencia”, advirtió el especialista en seguridad vial, Jorge Rodríguez Robledo. “Es un combo peligroso. La falta de autoridad de los padres y que no haya recursos para generar controles con continuidad en el tiempo y hechos por personas capacitadas. Nadie interpreta que el automóvil puede ser un arma”.


Antecedente cercano 
Aún investigan la responsabilidad que pudo tener el menor en el triple choque

El domingo a la noche, un adolescente de 13 años que conducía un vehículo y una muchacha de 24 murieron en un triple choque que ocurrió en la avenida Juan B. Justo al 2.300. Según confiaron los investigadores, aún se está analizando la responsabilidad que el menor -Facundo Emanuel González- pudo haber tenido en el accidente. “Cuando las colisiones son múltiples hay que ser muy precisos en las pericias, se vuelven realmente muy complicadas”, contó una fuente cercana al caso.

Análisis 
“Nadie interpreta que el automóvil puede ser un arma”

“Hay muchos adolescentes manejando y en esa situación hay una doble responsabilidad. Es cierto que los padres les permiten tener acceso a las llaves, pero no es menos cierto que hay un Estado ausente en control vehicular. Aquí cualquiera circula sin seguro, sin casco, sin licencia”, advirtió el especialista en seguridad vial, Jorge Rodríguez Robledo. “Es un combo peligroso. La falta de autoridad de los padres y que no haya recursos para generar controles con continuidad en el tiempo y hechos por personas capacitadas. Nadie interpreta que el automóvil puede ser un arma”.